Cómo Hablar Con Tus Hijos Sobre El Cáncer De Mama

 

En el momento en que escuchas las palabras, tienes cáncer de mama, el mundo parece dar una vuelta de 180°. Las emociones abrumadoras, el miedo a lo desconocido y la preocupación por nuestros seres queridos pueden ser paralizantes. Pero en medio del torbellino de emociones, un pensamiento viene a mí constantemente: ¿Cómo se lo digo a mis hijos?

Como sobreviviente de cáncer de mama y madre de tres hijos, entiendo el profundo impacto de esta conversación. Compartir noticias tan importantes con nuestros hijos puede ser desalentador, pero es crucial involucrarnos en este viaje. Su comprensión, apoyo y resiliencia serán fundamentales en tu lucha contra el cáncer de mama.

Cuando escuché por primera vez las palabras "cáncer de mama", mi mente se llenó de preguntas y temores. La idea de compartir este diagnóstico con mis hijos fue devastadora. Me preocupaban sus reacciones, sus miedos y la incertidumbre que nublaría su mente.

Pero en medio de la confusión, me di cuenta de algo: la única posibilidad que tenía de vencer a esta enfermedad era si mis hijos estaban conmigo. Su bienestar emocional era primordial, y su apoyo sería para mí como un ancla en la tormenta.

Con esta nueva determinación, me embarqué en la delicada tarea de preparar a mis hijos para mi viaje contra el cáncer de mama. Sabía que la educación, la fe y la comunicación abierta serían las piedras angulares de este proceso.

Estos son seis consejos clave para explicarle a tus hijos tu diagnóstico de cáncer de mama:

1. EDUCACIÓN: EL CONOCIMIENTO ES PODER

Armar a mis hijos con conocimiento fue mi primer paso. Le expliqué los conceptos básicos del cáncer de mama, enfatizando que es una enfermedad común con muchas opciones efectivas para su tratamiento. Les aseguré que la detección temprana y el tratamiento eran clave para un resultado positivo. Me aseguré de decirles que, aunque tenía cáncer de mama, lo detecté temprano y solo tenía que someterme a un tratamiento ahora antes de que crezca y se convierta en un problema mayor. También les aseguré que cuando parezco enferma, en realidad no estoy enferma por el cáncer, sino por la quimioterapia y el tratamiento.

2. COMUNICACIÓN ABIERTA: UN PUENTE DE ENTENDIMIENTO

A lo largo de mi viaje, mantuve una comunicación abierta y honesta con mis hijos. Los animé a hacer preguntas, expresar sus miedos y compartir sus preocupaciones. Escuché sin juzgar, tranquilizándolos y tratando sus preocupaciones con empatía y comprensión.

Supe desde el principio que tenía que ser completamente honesta sobre mi diagnóstico. Sabía que ocultarles algo sólo los haría más temerosos. Este diálogo abierto fomentó una sensación de confianza y seguridad. Mis hijos sabían que podían acudir a mí en busca de información honesta y apoyo emocional, esto fue esencial para crear una base de resiliencia y comprensión.

Si bien algunos padres pueden sentirse inicialmente inclinados a proteger a sus hijos de la realidad de la situación, He descubierto que la honestidad es crucial para generar confianza y comunicación abierta. Los niños son observadores agudos y, constantemente, sentirán que algo anda mal si tratas de ocultar la verdad.

En su lugar, aborda la conversación con honestidad y franqueza. Explica tu diagnóstico de una manera que sea apropiada para su edad, utilizando un lenguaje sencillo y evitando la jerga médica. Prepárate para responder a sus preguntas, sin importar lo difíciles que parezcan.

3. ABRAZA LO POSITIVO: TU ACTITUD MARCA LA PAUTA

Descubrí desde el principio que mis hijos imitarían mi actitud o enfoque hacia el cáncer de mama. Cuando vieron que estaba adoptando un enfoque positivo sobre mi diagnóstico, ellos lucharon por ser positivos también. Los niños son increíblemente perceptivos y, a menudo, reflejan las emociones que ven en sus padres. Si abordas tu diagnóstico con miedo y negatividad, esto se transferirá naturalmente a tu hijo, aumentando su ansiedad y aprensión. En su lugar, esfuérzate por mantener una actitud positiva, incluso frente a la adversidad. Tu optimismo no solo tranquilizará a tu hijo, sino que también le proporcionará la fuerza y la determinación para enfrentar los desafíos que se avecinan.

4. ELIGE BIEN LAS PALABRAS: EL LENGUAJE IMPORTA 

El lenguaje que elijas puede afectar significativamente la comprensión y la respuesta emocional de tu hijo. Evita usar palabras que evoquen miedo o incertidumbre, como "cáncer" o "enfermedad." En su lugar, opta por términos más neutrales como "diagnóstico" o "tratamiento." Cuando hables de tu diagnóstico, enmárcalo como un reto que la familia enfrentará junta. Enfatiza tu determinación para superar este obstáculo y asegúrales que no estás sola.

5. CONSTRUYE UN EQUIPO: FAMILIA VS. CÁNCER DE MAMA

Como familia, puede ser útil abordar el cáncer de mama en equipo. Mientras navegaba por los desafíos del tratamiento del cáncer de mama, mi familia y yo decidimos que todos estábamos enfrentando el cáncer de mama. Decidimos desde el principio que lo haríamos juntos. Éramos un equipo y el cáncer de mama era el enemigo. Al crear un enfoque de equipo para vencer el cáncer de mama, la fuerza y la resiliencia de mis hijos se convirtieron en mi fuente de inspiración. Abrazaron nuestra nueva normalidad con un apoyo inquebrantable, su amor me proporcionó el combustible que necesitaba para luchar. Al empoderar a mis hijos con conocimiento, fe y comunicación abierta, transformé sus miedos en una fuente de apoyo y fortaleza. Su fe en mí alimentó mi determinación, recordándome que no estaba luchando esta batalla sola.

6. BUSQUE RECURSOS APROPIADOS PARA SU EDAD: LOS LIBROS PUEDEN PROPORCIONAR CONSUELO

Los libros infantiles pueden ser una herramienta valiosa para ayudar a los niños a comprender y procesar problemas complejos como el cáncer de mama. Como autora y sobreviviente de cáncer de mama, sé lo importante que es tener libros apropiados para su edad para ayudar a los niños a comprender y sobrellevar el diagnóstico de sus padres. Cuando me diagnosticaron cáncer de mama, mi hijo de siete años estaba comprensiblemente asustado y confundido. Quería encontrar un libro que le ayudara a entender lo que estaba pasando, pero no pude encontrar nada que fuera a la vez informativo y sensible. Por eso decidí escribir BK's Mommy Has Breast Cancer.

Escribí este libro para ayudar a mi hijo de siete años a entender y lidiar con mi diagnóstico de cáncer de mama. Mi objetivo con este libro era crear un recurso que ayudara a los niños a sentirse menos solos y más empoderados durante este momento difícil. Quería mostrarles que a pesar de que su madre está enferma, todavía hay cosas que pueden hacer para mostrar su amor y apoyo. También quería enfatizar la importancia de seguir viviendo sus vidas y divertirse, incluso en medio de una crisis.

Navegar por un diagnóstico de cáncer de mama es, sin duda, una experiencia desafiante, pero es crucial recordar que el bienestar de tu hija o hijo es primordial. Al adoptar una actitud positiva, comunicarse abiertamente, elegir palabras cuidadosamente y utilizar recursos apropiados para su edad, puedes ayudarle durante este difícil viaje.

Aprovecha el poder de la resiliencia compartida. Involucra a tus hijos en su viaje, empodéralos con conocimientos y fomenta la comunicación abierta. Su apoyo será tu ancla en la tormenta, impulsándote hacia la victoria.

Recuerda, no estás sola. Hay innumerables recursos disponibles para apoyarte a ti y a tu familia. Comunícate con tu equipo de atención médica, ponte en contacto con consejeros escolares y maestros, platica con otras sobrevivientes y busca asesoramiento profesional si es necesario. Juntos, pueden superar este desafío y fortalecerse como familia.


MARQUITA GOODLUCK

CONTRIBUTOR 

Marquita Goodluck es coordinadora del programa Keep A Breast Give Back Grant y una defensora del cáncer de mama que utiliza su experiencia personal con el cáncer de mama para educar e informar a las mujeres sobre cómo afrontar un diagnóstico de cáncer de mama. Participa en paneles, charlas, gestión y actividades para recaudación de fondos. Además, es autora del libro infantil "BK's Mommy Has Breast Cancer" para inspirar y ayudar a los niños que se enfrentan a un proceso de cáncer de mama.

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Las opiniones expresadas por el autor identificado en esta entrada del blog son propias y pueden no representar los puntos de vista de Keep A Breast Foundation o su dirección. La información que se encuentra en el sitio web de KAB es solo para fines educativos e informativos y no constituye un consejo médico. Se recomienda consultar


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